Tienes derecho a votar. Tienes derecho a no votar. También a votar en blanco. Y también tienes el derecho inalienable, según el artículo 21 de la sacrosanta Constitución (tal es el ahínco con que la defienden los dos partidos mayoritarios, ya ves tú), de manifestarte. Así que no vengan ahora con las monsergas de que la democracia se defiende en las urnas. Sí, y también en la calle. ¿O se imaginan a los manifestantes del mayo del 68, o de los que salieron a la calle en España en la primavera del 76, quedándose en casa porque «ya nos expresaremos en las urnas, la fiesta de la democracia» (y mucho menos en este último caso, claro está)?
Pues eso: La gente está descontenta, indignada, y lo están expresando de esta manera. Podría ser de otra, aunque me gustaría saber de cuál. Y mejor no les hagan caso omiso. Igual siguen saliendo elegidos, pero aún quedarán ustedes más retratados como actores desconectados de los ciudadanos. Sus ciudadanos. A los que ustedes tienen que servir. O deberían de servir, en lo que debería de ser la «expresión de la democracia».