¿Quién es más tonto?

En esta bendita tierra a puente entre dos mares y dos continentes, polémicas como esta no se suelen dar, quizá porque los músicos ya tienen bastante con lidiar con una industria anquilosada que se lame las heridas de su propia estulticia (los que, a través de la SGAE, nos condenan a priori por el simple hecho de comprar una tarjeta de memoria) y para los que sólo los triunfitos y otras hierbas dispares merecen promoción; y, aunque nos joda, seguimos dando pábulo al tópico de ser un país de tonadilleras y toreros, y a estos, la música rock les trae al pairo.

En el Reino Unido esto ya es harina de otro costal, y el género de la crítica musical, a pesar de estar siempre cuestionado, es mucho mayor, tiene más experiencia… y acostumbra a morder con dientes de acero.

Aun así, entre el análisis riguroso y la boutade digna del Houellebecq más desaforado la línea puede llegar a ser muy tenue. Y si el comentarista tiene ganas de hacerse notar, la línea acostumbra a quedar muy atrás (o muy adentro, quién sabe).

Claro que, tanto en las Islas como en los States, también pululan los músicos bocazas, de esos que aprovechan las ruedas de prensa para poner el ventilador a toda potencia frente a una pila de estiércol y, de paso, hacerse publicidad gratis (y siento si os ha venido a la cabeza a los Gallagher; es que, a veces, pienso muy fuerte…).

Así que en The Guardian han publicado un artículo sobre los discos más importantes de la historia del rock… sobrevalorados, según la visión de unos cuantos iluminados del panorama rock.

Podría hacer mi análisis, pero me temo que sería sesgado… Así que voy a ir de listillo: mis apuestas son:

Medalla de bronce: Billy Childish, por confundir rock con ruido y ritmo acelerado. El Sgt. Pepper’s ha demostrado su influencia en miles de artistas a lo largo de las décadas, desde los Rolling Stones y su Their Satanic Majesties Request hasta los mismísimos Franz Ferdinand.

Medalla de plata: Tjinder Singh, por su superficialidad a la hora de escuchar las letras del Dark Side of the Moon.

Medalla de oro: Green Gartside. Si Funeral es plano, yo soy un rodaballo. Cantar a la muerte desde la esperanza, la alegría, el alivio, la rabia, el dolor, la negación; usar las cuerdas en una obra de rock contemporáneo no tan sólo sin que chirríe, sino integrándolos como un instrumento más en esto del rock; cambios de tempo y de compás a tenor del sentimiento, y no como acumulación de recursos; arisco pero compacto; si todo esto es plano y previsible, que me diga a qué academia de música fue que no mandaré a mis niños.

Por otra parte, no puedo más que darle la razón a Wayne Coyne (la capacidad musical de Nirvana siempre fue, digamos, limitadita); los Beach Boys siempre me parecieron monótonos, y el sonido de The Strokes creo que caducará pasado mañana, con lo que no debería estar en la lista de discos más influyentes.

Así que, ya veis, nunca llueve a gusto de todos. ¿Qué opináis?

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Maldades navideñas 5

Os habéis preguntado alguna vez: ¿existe alguna película (concretemos: telefilm) en el que los protagonistas sean los Reyes Magos y no Papá Noël/Santa Claus/el barbudo de la Coca-Cola? ¿Alguien se ha parado a pensar en el brete en el que se mete a los padres que pretenden mantener la tradición de la Epifanía? O a la gente que, como el que escribe estas líneas, y qué tantas veces ha criticado el consumismo, cae a pie juntillas en el mismo y, embocapequeñecido, se dedica a devanarse las meninges y compra regalos a sus seres más queridos, pero resulta ser un vago recalcitrante, le aburre salir de tiendas y el 6 de enero le concede un plazo un poco menos ajustado que el 25 de diciembre.

En definitiva: ¿tendrán los padres que hacer dos tandas de regalos? Los niños, ¿no se preguntarán por qué Papá Noël se adelanta a los reyes? ¿Y por qué no está en el belén? ¿No lo creerán más cierto que los Magos de Oriente, porque portagoniza esas (por otra parte, infumables) películas de media tarde en todas las televisiones públicas?

Maldades navideñas 4

Felicidades.

Ahora lo digo en serio: hace apenas un par de horas que ha entrado el invierno en este hemisferio, ya falta poco para el año nuevo, y mis muy sinceros deseos de felicidad para esta Navidad, el Año Nuevo, y de aquí al fin de los tiempos, que estos deseos no necesitan renovación ni ITV.

Bueno, también es cierto que a algún descarriado por ahí le deseo… Bien, que escuchen «Pesadilla en el parque de atracciones», de Los Planetas y se apliquen el cuento.

(Por fortuna, en mi caso, conozco a pocos. Aunque alguno sea vecino de escalera…)

Quiero que sepas que ya me esperaba
que esto ocurriera y que no pasa nada,
sólo me da la razón, y que he estado aprendiendo
de cada momento que he estado contigo.
Y pienso aplicar contra mis enemigos
tus tácticas sucias de acoso y derribo,
que también he sacado algo bueno
de todo este enredo.

Y quiero que sepas
que espero que acabes
colgando de un pino
cuando veas lo imbécil que has sido,
cuando veas que lo has hecho fatal.

Y que quiero que sepas
que ha sido un infierno,
estando contigo
el infierno es lo más parecido,
te pareces un poco a Satán.

Quiero que sepas que me he acostumbrado
a tus putas escenas de «ahora me largo».
Lárgate ya de verdad que sería una suerte
si no vuelvo a verte en los próximos años.
Por mí que podías tirarte de un tajo
que ya lo que hagas me trae sin cuidado.
Si me pongo a pensarlo un momento
pcreo que lo prefiero..

Así que ya sabes
que espero que acabes
pegándote un tiro
cuando veas lo imbécil que has sido,
cuando veas que lo has hecho fatal.

Y que quiero que sepas
que ha sido un infierno,
estando contigo
que por poco no acabas conmigo,
pero soy difícil de matar.

Y que quiero que sepas
que ha sido un infierno,
estando contigo
el infierno no es tanto castigo,
te pareces bastante a Satán.

Maldades navideñas 2

Bueno, más que maldad, travesura. Y quizá ni eso.

Escuchada hasta la saciedad cuando Seguridad Social sacaron el doble en directo Compromiso de amor: «Los pinguinos están helaos». Música: el «Noche de paz». Letra:

Noche de caos
estoy «helao»
diez pingüinos
la han «palmao».

Si no hay pavo
no hay Navidad
si no voy ciego
no puedo cantar
un villancico al Señor
un villancico al Señor

Noche de caos
estoy «helao»
diez «palmaos»
la han «pingüinao».

Sin Navidad
pavo no hay
no lo puedo celebrar
esto es «demasiao»
«tos» los pingüinos «helaos».

Olvidaos de la burra que va a Belén y cantemos todos este villancico en Nochebuena 😀

Maldades de Navidad 1

Los que me conocéis, sabéis que soy una persona pacífica, para nada amante de la violencia…

… aunque, paseando por la calle, me molaría cargar una escopeta al hombro y disparar contra los muñecos de Papá Noël estos que se han puesto de moda, que cuelgan de ventanas y balcones cual rateros de Mortadelo y Filemón.

¿Os imagináis los edificios llenos de muñecos agujereados, con la espuma brotando del costado, de la cabeza, de…?

Ah, las Navidades, que sacan lo mejor de cada uno… 😀