No voy a decir nada nuevo; tengo que darle la razón al Time Out: todos los caminos llevan a Shakespeare.
Shaking Shakespeare, un musical para cincuenta afortunados asistentes cada noche, prorrogado durante cinco improrrogables días. A vosotros os quedan cuatro si queréis pasar un rato divertido, tierno y emocionante. Sí, un musical, en el que Will, el Bardo, hace de nexo sentimental, más que argumental, entre los números musicales, que abarcan desde extractos de ópera sacados de Macbeth y Otelo (brrrutalll la interpretación del tenor Josep Fadó) hasta números musicales de Cole Porter, West Side Story y El Rey León, a las voces y coreografía de The Hanfris Quartet y The Sing Song Sisters. Porque, sin lugar a dudas, la sombra de Shakespeare resuena en las historias más arquetípicas de la cultura popular. Id con la mente y, sobre todo, con los oídos muy abiertos; la trama no se explica, sólo se siente.
Y, como dice Will al principio, reiréis, os emocionaréis, lloraréis… Y, en mi caso, me ha recordado que West Side Story sigue siendo una de mis películas favoritas.
Lo mejor, insisto: dejarse llevar y descubrir el espíritu de Shakespeare en la música.