No voy a extenderme mucho: hay que ir a verla. Ya está. Aunque no se entienda de danza contemporánea. Vas a sentir ternura, te vas a abrumar con la reflexión sobre el paso del tiempo, habrá momentos en que notarás la tensión, una sutil violencia procedente del inconformismo, del pesar, de ese invierno que se nos escurre entre los dedos, pero sobre todo verás un espectáculo tierno, delicado en su sobriedad, ejecutado con precisión y con el aplomo que da esos 25 años de carrera de María Muñoz y Pep Ramis con Mal Pelo.
Quedan 3 sesiones, 19, 20 y 21 de febrero, amén de otras tres obras que reestrenan dentro del marco del vigésimo quinto aniversario de la compañía; una de ellas junto al Niño de Elche, que tiene una pintaza formidable.
De verdad, que no te eche para atrás «no entender» de danza: simplemente, no intentes comprender lo que ves, sólo siéntelo y ya, después, debates con los amigos o haces una entrada en el blog 🙂 Porque, de verdad, merece mucho la pena sentirlo.