Si en entradas anteriores no hacía más pergeñar lo que todo el mundo piensa sobre la especulación urbanística, hoy parece que, por lo menos por una vez, la justicia no es una concepto utópico y se ha metido mano al ayuntamiento más… del país.
Este fin de semana me comentaban los rumores sobre concesioes «irregulares» en las obras que tienen en pie a Cerdanyola del Vallès. La misma ciudad donde planan peligros urbanísticos como el Centre Direccional, los proyectos del Túnel de Horta y la Vía de Cornissa. La misma ciudad donde se nos frustró la compra de un piso porque a nuestros vendedores, el constructor había cometido una irregularidad que afectaba a su nueva vivienda. Quien dice Cerdanyola o Marbella, dice (ponga aquí su ciudad) ¿Hasta cuándo la impunidad en el sector urbanístico? ¿Quedará esta acción en una cortina de humo, una distracción, un caramelito para contentar a los pobres curritos como nosotros?
Argh, me sulfuro…