Entiendo que el amigo Pere Lluís comentaba, en el post anterior, se quejaba de la minimización de obras musicales por su «falta de originalidad». Y es que en la música, como en la literatura, muy poco (o nada) queda por inventar.
Para que quede constancia que originalidad y calidad no se miden con la misma regla, valga como ejemplo la reseña al debut de Clap Your Hands Say Yeah en Mondo Sonoro, que podéis leer pinchando sobre el título del post o aquí.
Un disco divertido, desenfadado y, como el caso de You Could Have It Much Better, absolutamente sin complejos. Imprescindible para no lastrar el talento con imposturas, inseguridades y neurosis varias.