Y andaba hace poco más de una semana por la Fnac del Triangle, cumpliendo encargos de mi familia política, cuando tropecé con una columna de exposición en la que se ofrecía, con precio oferta (dicen ellos: el precio no era tan oferta), una edición especial, CD + DVD, del You Could Have It Much Better With, de Franz Ferdinand. Ya comenté que el sonido de estos chicos de Glasgow no es excesivamente original; su gran baza está en la frescura y descaro que transmiten sus canciones. Gente sin complejos.
Y ahí me quedé, mirando la columna, recordándome esa falta de originalidad, y riéndome de la estrategia de ventas de añadir un DVD con extras tales como entrevistas (el acento escocés no es el mejor para alguien que lleva años sin pisar tierras anglosajonas), el videoclip del megaéxito «Do You Want To» (que machaca diariamente mis neuronas; a hooky catchy song que dirían en la MTV) y contenidos exclusivos en su página web.
Soy débil. Lo sé.
(Y sí: el libro que asoma por detrás ya me lo he leído. Avisados estáis.)
Un disco que homenajea descaradamente el sonido de The Jam, lleno de esas catchy tunes que no te quitas aunque te revistas las meninges de teflón, reminiscencias Beatles de la época del Revolver y Magical Mystery Tour en los registros más tranquilos («Eleanor Put Your Boots On», «Outsiders»), y sobre todo una confianza en sí mismos que pasa por no renegar de sus influencias sino jugar con ellas, evolucionar con ellas y huir de imposturas que resten naturalidad a su música.
Y se nota: estos chicos se divierten con lo que hacen. Recordad su nombre: Franz Ferdinand, y han venido para quedarse y descoyuntaros los espinazos y quemaros las suelas de los zapatos.