Los que me conocéis, sabéis que soy una persona pacífica, para nada amante de la violencia…
… aunque, paseando por la calle, me molaría cargar una escopeta al hombro y disparar contra los muñecos de Papá Noël estos que se han puesto de moda, que cuelgan de ventanas y balcones cual rateros de Mortadelo y Filemón.
¿Os imagináis los edificios llenos de muñecos agujereados, con la espuma brotando del costado, de la cabeza, de…?
Ah, las Navidades, que sacan lo mejor de cada uno… 😀